Salvador Sostres y sus insultos



Salvador Sostres no me sorprende, me envenena. Su último escrito en El Mundo me parece impropio de una persona que quiera vivir en paz con sus semejantes.

Hoy no tengo un buen día y en vez de pasar del tema he decidido usar sus palabras, su idioma, para contestar sus reflexiones.
 No pongo el enlace de su texto en el Mundo porque no me da la gana.

Yo no seré nunca Salvador Sostres
Me disgusta su horrenda estética, espejo de su alma.
Usted, señor Sostres, juega a explotar el dolor de las mujeres que han sufrido actos de violencia. Es tal la mezquindad que ninguna mujer tendría que leerle ni escucharle en protesta por su cinismo y por la infamia. Recuerde lo que escribió justificando el brutal maltrato de un hombre hacia su pareja por sentirse engañado, y  sienta  vergüenza, aunque solo sea por su costumbrista fe.  Su Jesús le azotaría, no tengo ninguna duda.

Usted que marca con odio quien es demócrata y quien no, es capaz hasta de culpar de exterminadores a  los que creen en la ciencia y no en la creación..

Nos tacha de poligoneros a los que vivimos en el Baix Llobregat, a las afueras de la gran ciudad, sin ningún matiz ni distinción. Usted vive en la élite, con los elegidos. No exponga sus propios complejos con tanta rotundidad. Yo estudié EGB en un colegio privado en Barcelona y a usted sin duda,  le han dado collejas de pequeño hasta aburrirlo.

Llama desgraciados a  ateos y agnósticos. Los ve incapaces de ser personas agradecidas. Usted si vive en desgracia y usted si que es incapaz de desprenderse de leyendas y ritos trasnochados.

Le desprecio porque quiere que la mujer asuma un rol discriminatorio en la sociedad y en la familia.

Le aborrezco porque insulta a las mujeres que defienden sus derechos. Usted es un resentido que culpa a esas mujeres de ser unas insatisfechas en sus pasiones. Si tiene problemas en el campo pasional búsquese un buen especialista. Su pareja se lo agradecerá.
Avergüenza a nuestra especie poniendo acento a mezquindades del maltrato machista  y no al verdadero drama.

Señor Sostres deje ya su terrible pantomima de victimar a los colectivos. Ellos son la base de nuestra sociedad. Usted mismo pertenece a uno bien identificado, con la desgracia de tener el apoyo de una empresa que  hace eco y caja con sus mamarrachadas.

Y ya estoy cansado y envenenado de escribir como usted escribe, copiando todos los exabruptos que me he encontrado en su último escrito. Me gana en maldad. Lo dejo.

Bueno el último.
Esto lo voy a poner en Twiter y en Facebook y provechando unas palabras asquerosas que dedicó a estas dos redes sociales voy a darle de su medicina:

¿Recuerda cuando escribió que Twiter y Facebook son la patria de la tara?
Pues el diario El Mundo no es la patria de la tara, pero alguno si que hay.

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